Si hay un país completamente diferente a los demás, ese es Filipinas. En él se juntan aspectos de distintas naciones y continentes, de forma que el tópico de «crisol de culturas» es en este caso más cierto que en ningún otro destino.
Filipinas es un país formado por cerca de 7000 islas donde podrás encontrar el paraíso y perderte entre la majestuosidad de su naturaleza. Flora, fauna y belleza sobre la tierra y bajo el mar.
Además de las culturas, Filipinas nos brinda también espectaculares paisajes y una naturaleza exuberante. Hay que tener en cuenta la gran cantidad de islas que forman el archipiélago, en las cuales es posible encontrar parajes maravillosos, tanto en las islas habitadas como en las restantes.
Podríamos hacer un viaje de infinitos días a Filipinas y nunca dejaríamos de ver verdaderas bellezas naturales: las terrazas de arroz de Mountain Province, declarado Patrimonio de la Humanidad, el Mayor Volcano en Sorsogon, que sigue activo, la comarca de Visayas, que esconde islas como Boracay o Cebú, ideales para practicar el submarinismo o deportes acuáticos. De película son las selvas tropicales de la isla de Mindanao.
De una maravillosa naturaleza que nos da Filipinas, también tenemos el polo opuesto, Manila, su capital, una ciudad que también alberga tesoros de gran interés como la Catedral de Manila, el Barrio Chino y el Fuerte de Santiago, pero lo que no debes dejar de hacer, es acercarte al maravilloso puerto natural en la Bahía de Manila y disfrutar de una maravillosa puesta de sol.
A todo esto no hay que olvidar el pasado español de Filipinas, el cual dejó una huella patrimonial, personal, culinaria y social aún permanece visible a lo largo de todo el archipiélago
Amabilidad, humildad y buen trato es lo que te van a ofrecer los filipinos. Gente entrañable en un país seguro, donde te engancharan una sonrisa nada más llegar y no te la quitarás hasta que vuelvas.